El Arte Egipcio
Lo que se refiere al arte egipcio es por lo general al conjunto de edificios, pinturas, esculturas y artes aplicadas del antiguo
Egipto, desde la prehistoria hasta la conquista romana en el año 30 a.C. La
historia de Egipto fue la más larga de cuantas civilizaciones antiguas
florecieron en torno al Mediterráneo, extendiéndose casi sin interrupción desde
aproximadamente el año 3000 a.C. hasta el siglo IV d.C. La naturaleza del país,
desarrollado en torno al Nilo, que lo baña y fertiliza, junto al
casi total aislamiento de influencias culturales exteriores, produjo un estilo
artístico que apenas sufrió cambios a lo largo de sus más de 3.000 años de
historia. Todas las manifestaciones artísticas estuvieron destinadas,
básicamente, al servicio del Estado, la religión y el faraón,
considerado como un dios sobre la Tierra. Desde los primeros tiempos, la
creencia en una vida después de la muerte dictó la norma de enterrar al muerto
con sus mejores pertenencias para asegurar su tránsito hacia la eternidad. La
regularidad de los ciclos naturales, la crecida e inundación anual del río Nilo,
la sucesión de las estaciones y el curso solar que provocaba el día y la noche
fueron considerados como regalos de los dioses a los habitantes de Egipto. El
pensamiento, la moral y la cultura egipcias estuvieron arraigadas en un profundo
respeto por el orden y el equilibrio. El arte quería ser un arte útil; no se
hablaba de piezas u obras bellas, sino eficaces o eficientes. El cambio y la
novedad nunca fueron considerados como algo importante por sí mismos; así, el
estilo y los convencionalismos representativos del arte egipcio establecidos
desde un primer momento continuaron prácticamente invariables durante más de
3.000 años. Para el espectador contemporáneo el lenguaje artístico egipcio puede
parecer rígido y estático (hieratismo); su intención fundamental, sin embargo,
no fue la de crear una imagen real de las cosas tal como aparecían, sino captar
para la eternidad la esencia de la persona, animal u objeto representado.
Periodo Predinático o arcaico
Los primeros pobladores prehistóricos se
asentaron sobre las terrazas o mesetas formadas por los sedimentos que el río
Nilo iba depositando en su recorrido. Las herramientas y útiles dejados por
estos primeros habitantes de Egipto muestran su paulatina evolución desde una
sociedad de cazadores-recolectores seminómadas a agricultores
sedentarios. El periodo predinástico abarca desde el 3200 a.C. al 2755 a.C.
aproximadamente.
Se han encontrado restos de asentamientos
organizados que datan de este periodo, así como diversos materiales asociados,
sobre todo, a enterramientos. Tales objetos se introducían en la sepultura junto
con el cadáver a fin de que su espíritu pudiera disfrutar de ellos en la
siguiente vida; gracias a eso se han conservado una gran cantidad de efectos
personales, cerámica, útiles diversos y armas. La cerámica se solía
decorar con pinturas que reflejaban la vida y costumbres de la época. Entre los
motivos representados se incluyen imágenes de los pájaros y animales
característicos de las zonas próximas al Nilo, así como también, ya al final del
periodo predinástico, minuciosas representaciones de embarcaciones con remeros
sobre las aguas del río. El cobre forjado se utilizó, en pequeñas cantidades,
para la elaboración de collares y algunas herramientas, aunque la mayoría de los
elementos se obtuvieron de la piedra. Las espátulas hechas de piedra se
utilizaron para pulverizar la pintura de ojos. Se tallaron pequeñas esculturas y
figurillas en marfil y hueso, así como también en arcilla.
IMPERIO ANTIGUO
El Imperio Antiguo de Egipto, dominado por las dinastías III a VI, abarca los
cinco siglos comprendidos entre los años 2755 y 2255 a.C. Hacia el año 3100 a.C.
el país se unificó bajo el mando de poderosos caudillos del sur, pero la idea de
un Egipto dividido en dos zonas bien diferenciadas (Alto Egipto al sur y Bajo
Egipto al norte) persistió durante algún tiempo. Es la época conocida como
tinita, dominada por las dinastías I y II, y en ella destaca el rey Narmer
(algunos historiadores lo identifican con el rey Menes), artífice de la
unificación y fundador de la I Dinastía. En la Paleta de Narmer
(c. 3100 a.C., Museo Arqueológico de El Cairo), en piedra tallada, se puede ver
al propio faraón portando la corona del sur y subyugando a las gentes del norte,
con dos animales entrelazados que significan la unificación de las dos zonas de
Egipto bajo el mando único del faraón.
IMPERIO MEDIO
Mentuhotep II, faraón de la XI Dinastía, reinó entre los años 2061 y 2010 a.C.,
y fue el primer faraón del nuevo Egipto unificado del Imperio Medio
(2134-1570 a.C.). Creó un nuevo estilo o una nueva tipología de monumento
funerario, probablemente inspirado en los conjuntos funerarios del Imperio
Antiguo. En la orilla oeste de Tebas, al otro lado del Nilo, en el lugar
denominado Dayr al-Bahari, construyó un templo en el valle conectado por un
largo camino real a otro templo que se encontraba adosado a la ladera de la
montaña. Formado por una mastaba coronada por una pirámide y rodeado de pórticos
a dos niveles, los muros fueron decorados con relieves del faraón en compañía de
los dioses.
IMPERIO NUEVO
La XIII Dinastía tuvo faraones débiles e ineficaces, alcanzándose un número de
unos 50 en 120 años. El segundo periodo intermedio (XIII a XVII dinastías) fue
de nuevo para Egipto una época de gobierno dividido. Los hicsos,
pueblos venidos del Asia occidental, entraron en Egipto proclamándose a sí
mismos faraones. Impusieron su poder gracias a la utilización de caballos y
carros de guerra. Esta circunstancia tuvo una prolongada influencia, ya que los
hicsos llevaron a Egipto nuevas tecnologías a la vez que también proporcionaron
una visión más amplia de su lugar en el mundo mediterráneo. Una vez más, sin
embargo, Tebas instigó la reunificación del país, los extranjeros fueron
expulsados y se restableció el poder central de la monarquía. El Imperio Nuevo
(1570-1070 a.C.) comenzó con la XVIII Dinastía, y fue una época de gran poder,
riqueza e influencia, como lo evidencia su importante comercio exterior y sus
conquistas en el extranjero.
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